El desconcierto del PP

¿Cuántas de las personas que votaron al Partido Popular en las últimas elecciones generales volverán a darle su confianza en las europeas del próximo mes de junio?

¿Exagero si digo que al menos un 30% se abstendrá o votará a Rosa Díez?

 

 

¿Quién tiene la culpa de esta situación? ¿Es cierto, como dice Pedro Jota Ramírez, que el PP quiere ser lo que no es y que por eso se aleja cada día más de sus votantes? 

¿O acaso el verdadero Rajoy es éste, sensato y cabal dentro de su lógico papel de opositor, y no el líder duro y agrio que la pasada legislatura le obligaron a ser Aznar, LA COPE y EL MUNDO? 

¿Quiénes son los desconcertados? ¿Los actuales dirigentes del partido o el sector de sus votantes más influenciado por esos medios? 

Todas estas cuestiones se proyectan también sobre el futuro inmediato del Partido Popular. ¿Qué tipo de oposición le toca hacer ahora al PP? ¿Lanzarse a la yugular del Gobierno aprovechando la crisis económica? ¿O apoyar las medidas de Zapatero con el objetivo de ganar credibilidad e ir recuperando la imagen de un partido que es capaz de hacer una oposición responsable?.

Rajoy gana tiempo

A la chita callando, Rajoy ha avanzado mucho este fin de semana

El sábado superó la primera prueba al culminar con éxito la renovación del PP vasco. El nuevo candidato, Basagoiti, obtuvo el 82% de los votos. El congreso fue tranquilo, nada que ver con el catalán. Hubo buen rollo general y no faltaron los elogios hacia la anterior presidenta, María San Gil.

Ayer domingo, Rajoy se reivindicó en F.A.E.S., donde le dejó las cosas claras a Aznar: «Somos un partido de centro que reivindica la moderación y el sentido de la responsabilidad»

Y hoy lunes, el líder popular se ha desayunado con la encuesta de EL PAÍS, en la que los ciudadanos suspenden a Zapatero por su gestión de la crisis, y consideran a Gallardón, su as en la manga, el político mejor valorado de España.

Con esto, Mariano Rajoy consigue lo que quería: cerrar la crisis interna y ganar tiempo para las elecciones gallegas, su primera prueba de fuego.

De momento, pero sólo de momento, el aznarismo se repliega y queda a la espera de acontecimientos.

Leo en EL PAÍS que Bibiana Aído, ministra de Igualdad, encabezará esta tarde la manifestación del Orgullo Gay. Al acto asistirán otros líderes de izquierdas, como José Blanco, Pedro Zerolo o Gaspar Llamazares.

No habrá ninguna representación del Partido Popular…

El Congreso en imágenes

 

 

 

 

 

 

(Fuente: EL PAÍS)

Rajoy, en la picota

 

Los acontecimientos se están precipitando en el Partido Popular. Conforme se acerca el Congreso  se multiplican las deserciones y se hace más grande el agujero en el seno del partido.

Ya no son sólo los «duros» los que se desmarcan de Rajoy. Al parecer, podría haber otros sectores interesados en plantear una alternativa al actual líder del Partido Popular.

Eso me ha parecido extraer de la carta que Gabriel Elorriaga ha publicado esta mañana en EL MUNDO. Elorriaga, posiblemente despechado al comprobar que no entra en el nuevo equipo de Rajoy, dice que ha llegado el momento de que tome el relevo «la generación que creció a la sombra de Aznar»

¿A quién se está refiriendo? ¿A Gustavo de Arístegui, Juan Costa, María San Gil, el mismo Elorriaga…?

Hasta los moderados se bajan del barco

Gabriel Elorriaga en EL MUNDO: «Hay proyecto y hay equipos disponibles, lo que ahora se necesita es un liderazgo renovado, sólido e integrador, y eso es algo que, aunque me pese, Mariano Rajoy no está en condiciones de ofrecer.«

Sobre este asunto de María San Gil, que ahora ha amenazado con retirarse si no recupera la confianza en Mariano Rajoy, no se puede hablar mejor de lo que hoy lo hacen el editorial de ABC y el columnista (del mismo periódico) Ignacio Camacho

Editorial: «Una ponencia sin sospecha»

Artículo de Ignacio Camacho: «Derecho a perder«

Rajoy remata el proceso de «desaznarización»

Ya sé que algunos, no todos, estaréis pensando que el primero que debería «desaznarizarse», yéndose a su casa, es el propio Rajoy, nombrado dedocráticamente por Aznar y, por ende, más «aznarizado» que nadie. 

No comparto esa opinión. Primero porque, llamadme ingenuo, siempre he pensado que Rajoy no representa al aznarismo. Y segundo porque, hoy por hoy, no veo a a nadie más capacitado que él para liderar el proyecto del Partido Popular. 

He dicho que no representa al aznarismo porque yo sigo creyendo que Rajoy, precisamente por haber sido señalado en su día por Aznar, no ha querido, o mejor, no se ha sentido legitimado para desembarazarse antes de su herencia. Ya digo, seguramente estaré equivocado, pero ésta ha sido siempre mi percepción.

Confirmada la segunda derrota electoral, ésta ya sin la excusa de los atentados, Rajoy se siente por fin liberado para iniciar su proyecto. Por eso se ha quitado de encima, con la elegancia que le caracteriza, a todas las personas que de alguna manera representaban la etapa anterior, entre las que se encontraban, muy señaladamente, Eduardo Zaplana y Angel Acebes, cuyas salidas del Partido (Acebes ha dicho, enigmáticamente: «esté donde esté…») confirman el final de una manera de entender la política que ha marcado, para lo bueno y para lo malo, la historia reciente de este país.

Creo, con muchísimas personas, que esta decisión debería haberla tomado Rajoy hace bastante tiempo. Mejor le hubieran las cosas, estoy convencido, tanto a él como al Partido Popular. No es tarde, de todas formas, al menos para los que creemos que todo el mundo merece una segunda oportunidad.

El PP avanza lentamente en su camino hacia el centro

Leo en Libertad Digital que Rajoy podría ofrecer a Gallardón el puesto de secretario general del partido, cargo ocupado hasta ahora por Angel Acebes.

Guerra mediática a la vista

 

La derrota del PP ha desatado la guerra en los medios de la derecha.

Aunque todavía no es demasiado visible, los dos grandes periódicos conservadores ya han empezado a librar una encarnizada batalla (como lo son todas las que tienen que ver con el poder) cuyo primer acto se va a desarrollar en el proceso sucesorio abierto en el seno del Partido Popular. Ambos, tanto EL MUNDO como el reforzado ABC, ya mueven ficha y se posicionan tratando de colocar a sus peones.

La situación de partida es ésta: ABC apuesta por la continuidad de Rajoy mientras que EL MUNDO cree que el actual líder del PP debe marcharse.  

Los dos esgrimen buenas razones. Pero yo, en principio, me quedo con la apuesta de ABC.